Seguidores

martes, 19 de junio de 2012


5. LA GESTIÓN  DE LOS RESIDUOS.





La generación de residuos forma parte de nuestra vida. Al consumir sus alimentos, los animales desechan lo que no pueden asimilar o lo que ya no desean ingerir cuando están saciados. Todo cuanto consumen es sometido a un proceso de digestión  y metabolización. El ser humano no escapa de esta ley natural.

El enorme problema con el que nos encontramos en la actualidad es la gran cantidad de residuos sólidos urbanos (RSU) que generamos. Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, en 1995 se generaron en España 15 millones de toneladas de RSU; en 2006 esta cantidad se había elevado a 22 millones. Solo una mínima parte de este incremento se explica por factores demográficos, el resto se debe a tres causas:





  • Los nuevos materiales.
  • El exceso de embalaje (pláticos, cartones y papel, fundamentalmente).
  • El aumento del consumo, que supone la causa más importante.


El sistema tradicional de tratamiento de RSU se basaba en la recogida de la basura y su traslado a un vertedero o su incineración. Hasta hace muy poco, un vertedero era simplemente un lugar donde se acumulaba la basura. Los problemas sanitarios asociados a este tipo de vertederos son graves: como consecuencia de la acción de las bacterias y de las altas temperaturas, la basura se descompone, provocando lixiviados (líquido con sustancias tóxicas disueltas) que se filtran por el subsuelo alcanzando acuíferos, y gases como metano y dióxido de carbono. Algunos vertederos han alcanzado grandes porciones y han llegado a ocasionar accidentes como incendios y avalanchas.

Esta clase de vertederos sigue siendo abundante en España. Los gobiernos municipales han incluido entre sus prioridades su sustitución por vertederos controlados, grandes agujeros cuyo fondo y paredes han sido impermeabilizadas con arcillas compactas. En estos vertederos la basura se va depositando en capas y se cubre con un manto de tierra para evitar la acción de ratas y la proliferación de malos olores. Además, los vertederos controlados cuentan con un sistema de drenaje que desvía los lixiviados a una plantas depuradoras y el metano a una pequeña planta generadora de energía eléctrica.





La incineración puede ser una opción aceptable siempre que las plantas incineradoras extremen las precauciones para evitar la difusión de los productos tóxicos resultantes de la combustión.
Las modernas incineradoras permiten aprovechar la energía generada y cuentan con sotisficados sistemas de filtrado.




El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para reciclar la totalidad de los RSU. EL primer paso lo han dado los ayuntamientos de nuestras ciudades, que han puesto a nuestra disposición puntos limpios y servicios de recogida a domicilio para los residuos tecnológicos, además de un números creciente de contenedores selectivos.




El siguiente paso lo debemos dar todos nosotros; el camino que nos queda por recorrer es todavía muy largo. 

5.1. El compostaje de los residuos orgánicos.

Los residuos orgánicos constituyen menos del 50% de los RSU en España.
El compuesto orgánico puede ser compostado. El compostaje es una práctica muy común en el mundo rural antes de que llegaran los modernos fertilizantes. Consiste en la descomposición de la materia orgánica en presencia de oxígeno y en condiciones de humedad y temperaturas controladas. El compost es un excelente abono natural muy apreciado por los agricultores, que vuelve a ser demandado en la actualidad para potenciar la agricultura ecológica.

El problema de compostaje es que es imposible garantizar que los residuos orgánicos estén totalmente libres de metales pesados y otras sustancias tóxicas, pese al esfuerzo que se realiza en las plantas de compostaje para eliminar estas sustancias. Por ello, es fundamental no arrojar ningún tipo de pila o batería descargada a la basura.
Las modernas plantas de compostaje cuentan con avanzados medios para medir la concentración de metales pesados en los residuos que reciben.



5.2. El reciclaje del vidrio.

Las materia primas con la que se hace el vidrio con muy abundantes, por lo que no existe el riesgo de que se agoten.Sin embargo, es muy importante reciclarlo por dos motivos fundamentales:
  • El vidrio es un material muy estable que tarda miles de años en descomponerse.
  • la fabricación de vidrio a partir de materiales reciclados requiere un consumo energético menor, con el consiguiente ahorro en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2.
El vidrio es reciclable al 100%. Una vez que el vidrio es triturado se convierte en un polvo fino denominado calcín.




5.3. El reciclaje del papel y cartón.

El proceso de reciclaje de papel y cartón es tan sencillo como el vidrio. Requiere de una recogida selectiva , lavado, eliminación de impurezas y separación. Se muele el papel y se mezcla con agua para producir una pulpa que tras su prensando y secado se convierte en el papel reciclado.



























No obstante, el reciclado del papel resulta bastante más problemático que el de vidrio. hasta ahora ha sido imposible dar con un proceso de reciclado que produzca un papel de calidad semejante a la del papel fabricado con materias primas originales.
Con cada reciclaje las fibras de celulosa se deterioran, lo que hace necesario mezclar la pulpa de papel con celulosa fresca.
Pero la ventajas superan a los inconvenientes: el reciclado de papel contamina menos, consume menos energía, requiere una cantidad diez veces menor de agua y, lo más importante de todo, previene la deforestación.

5.4. El reciclaje de plástico.



El término plástico hace referencia a toda una gama de polímeros. La dificultad del reciclaje de los plásticos, por tanto, reside en su separación.

Los polímeros termoplásticos son teóricamente fáciles de reciclar, que tras su resultado final es  l granza, virutas de plástico listas para su fundido y moldeo.. Los polímero termoestables son más problemáticos, ya que requieren un reciclaje a base de disolvente y otros agentes químicos.



.

En la práctica separar los plásticos resulta costoso, lo que incide negativamente en sus posibilidades de reciclaje. Una solución que poco a poco se está abriendo paso en el mercado de productos reciclados en la madera plástica, un material cuyo componente es un mezcla de termoplásticos de cualquier tipo a la que se añaden pequeñas cantidades de madera y a veces algo de metal. El mayor esfuerzo de investigación está actualmente orientado al reciclaje químico.



5.5. El reciclaje de metales.

La minería es un actividad que requiere una elevada inversión en materiales y mano de obra. Por otro lado, las vetas de mineral no suelen ser demasiado grandes, por lo que las minas tienen fecha de caducidad y continuamente hay que buscar nuevas vetas y abrir nuevas galerías. Otro inconveniente de los metales son los riegos laborales que conlleva su extracción.


Las aleaciones ferrosas  son las más fáciles de reciclar: basta un electroimán para separarlos del resto de residuos metálicos; a continuación son fundidos, convertidos en barra o lingotes y servidos a diferentes industrias. Más de la mitad del acero que nos rodea es reciclado.



Otros metales no cuentan con la ventaja del ferromagnetismo, pero su reciclado es igualmente rentable. Uno de los más atractivos para los chatarreros es el cobre presente en la mayoría de conductores eléctricos. El cobre es de fácil recuperación, ya que no se encuentra mezclado con ningún otro material aparte del plástico aislante, y su precio es siempre alto.




El plomo y el estaño son también metales muy fáciles de reciclar gracias a su bajos puntos de fusión. Una vez que son derretidos se separan con facilidad del resto de impurezas.


Plomo.

                                        Estaño.




El aluminio, que tiene un reciclado más difícil y la calidad del aluminio depende de su procedencia, por lo que para determinadas aplicaciones resulta necesario hacerlo pasar por un proceso de refinado. El aluminio abunda en la corteza terrestre y su producción es bastante contaminante y exige un enorme consumo energético. El aluminio reciclado permite un ahorro del 95% de energía. 



El mercurio es un material altamente contaminante. Debemos sensibilizarnos para reciclarlo correctamente prestando gran atención a los termómetros y las pilas de botón.








No hay comentarios:

Publicar un comentario